Demolición sin castigo real: la estación Depietri cayó y la historia también La empresa Estancia Chica S.A., dueña del campo donde se ubicaba la estación del antiguo Ferrocarril Depietri en San Pedro, fue sancionada con una multa de $2.331.707,85 por haber demolido sin autorización un edificio protegido por ordenanza municipal. La demolición, denunciada por el Municipio y confirmada por inspecciones de la Secretaría de Obras Públicas, fue considerada una infracción al Código de Faltas local, que establece como máximo el 500 % del salario mínimo municipal para casos de obras no autorizadas. Sin embargo, no contempla agravantes específicos para bienes patrimoniales, lo que dejó sin efecto el valor simbólico e histórico del inmueble ante la ley. El hecho ocurrió en el paraje La Rosada, sobre ruta 191. A pesar de que la estación formaba parte del registro municipal de patrimonio histórico y cultural, la empresa alegó que desconocía su condición protegida. En su descargo, el abogado rosarino Carlos García Beltrame —representante de la firma fundada por Salvador Hugo Massarelli— sostuvo que el edificio presentaba "riesgo de derrumbe" por deterioro estructural y que las acciones fueron parte de una "intervención de necesidad". No obstante, la jueza de Faltas, Jimena Gómez, desestimó ese argumento al subrayar que "la ley se presume conocida por todos", y que la empresa actuó de forma deliberada al intervenir el inmueble sin gestionar el permiso correspondiente, que no habría sido otorgado por tratarse de un bien protegido. La multa, equivalente a cinco sueldos mínimos municipales de $466.341,57 cada uno, fue abonada por Estancia Chica, lo que cerró el expediente administrativo. En términos legales, el asunto quedó resuelto. Pero para muchos vecinos y especialistas en patrimonio, lo ocurrido fue un claro vaciamiento institucional del valor histórico. La estación Depietri no solo era un edificio antiguo: representaba una parte de la identidad ferroviaria de la región. Su demolición sin castigo ejemplar deja un precedente riesgoso. Por apenas una multa económica, una empresa pudo borrar parte de la historia colectiva sin mayores consecuencias. Redacción de Diario NORTE HOY- www.nortehoy.com.ar